Necesite una eternidad y un viaje para inocularme el bichito insidioso de la pintura .
La pintura como necesidad de expresion siempre navego a mi diestra...siempre estuvo alli, latente y deseosa de abrirse paso a travez de la ignorante respuesta.
Desde que el infantil antojo abrio mis diminutas manos al impulso involuntario del color.
sabia que la oportunidad florecería algún día pero cuando? je ne savais pas...
Ahora aunque mis canas empezaron a florecer alrededor de mi externa sapiencia, nunca fue tarde para mezclar la amalgama de pigmentos que la brocha por si sola escapo a pintar...
Tal vez fue mi destino desde entonces...pero el destino no necesariamente siempre establece sus pautas definitivas, elementos humanos a veces conspiran contra la voluntad del infante que no se gobierna por si solo.
pero al fin esta bien, se aprende a perdonar, y el olvido toma riendas de lo que un dia paso y hoy es casi desapercibido , porque somos seres humanos que andamos por la vida tomando decisiones e indecisiones que solo la vida le da sentido común,
Yo te perdono mi padre..espero que tu también a mi donde quiera que estes.